Este libro es divertido.
Tiene una trama que te atrapa y te envuelve. Empecé a leerlo ya con una sonrisa
en mi rostro por las ocurrencias de Sophie, la protagonista de libro. Si bien
tiene una manera muy común de ver las cosas, es como cualquier chica normal, aunque
en el fondo no lo sea. (¿?)
Sophie es bruja, o… eso le
dicen que es. Y luego de una de sus tantas travesuras, la envían a este
internado llamado Hecate Hall… o Hex Hall. Sí, de ahí viene el título. Cuando
avanzamos la historia y Sophie llega a este lugar en el cual ella no desea
estar ni por asomo, aparece Archer. Archer es un chico desgraciadamente atractivo,
chico malo-bueno que se burla de ella al
ver que lo único que pudo hacer cuando un “hombre lobo” casi la ataca fue
decir:
¡Perro malo!
Sí, fue un poco patético, lo
sé. Lo vuelvo a decir: La chica será bruja,
pero parece ser como cualquier chica. En fin, Archer es el chico lindo.
Punto.
Dejando de lado a Archer y su
trabajo para hacer bullying a Sophie, seguimos en la historia y encontramos a
un trío del diablo. Sí, hay chicas detestables en esta historia también, pero
Sophie no estará sola, tendrá una compañera de cuarto, Jenna, una vampiresa
pinky que le pone los vellos de punta, y que aun así adora.
Con un chico molestoso del
cual se enamora, con tres chicas que la odian y odian a su mejor amiga, con una
mejor amiga vampiresa y para rematar, con un fantasma que la acecha, su estadía
en Hex Hall será de todo menos aburrida.
Los capítulos son cortos, por
lo que es ligero para leer y en una volada lo terminas.
Lo malo: No podría decir algo malo, sino algo extraño. ¿Se han leído la saga Medianoche
de Claudia Gray? Pues bien, si bien no es igual, tiene algunas similitudes. O
bueno, espero que los tenga (porque voy por el primer libro) en cierto
descubrimiento que me dejó hecha piedra y con una crisis de negación.
Porque
Archer logró enamorarme (y me niego a
creer que sea lo que me hicieron creer. ¡QUE NO! ¡Que Archer es lindo y ya!).
Porque la trama es muy buena y fue una lectura muy entretenida y ligera, y
porque simplemente se me da la gana:
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