Atención, SU BLOGGERA SUFRIÓ UNA DOSIS EXTRA DE SU MEDICINA DIARIA PARA
CONTROLAR LOS DELIRIOS MENTALES AL ESCRIBIR ESTE POST.
No esperen encontrar un razonamiento lógico para esto.
En este momento nos preguntamos: ¿por
qué diablos los hombres en los libros tienen que ser tan perfectos?
Es algo muy irónico, ya que los
personajes de los libros no son perfectos. La mayoría son idiotas —no me maten,
yo también muero por un hombre digno de un libro—. ¿No me crees? Darcy era orgulloso;
tímido, pero orgulloso y trató a Elizabeth con indiferencia por más que le
gustaba; menuda forma de enamorarla. Y si quieren un ejemplo de la época actual…
¿se han leído ya la saga Lux? Pues eso, creo que todas coincidimos que Daemon es un completo idiota. Incluso Katy lo
acepta y es quien está locamente enamorada de él.
No hay pose más masculina que la de Romeo para su Julieta. |
¡Incluso Romeo! Sí, ese Romeo de
William Shakespear. No me vengas con que la historia es romántica, porque de
romance tendrá cuanto tú le quieras dar, pero el hombre estaba un poco trastornado
con tener a Julieta. A ese chico le faltaban neuronas. Lo siento
mucho por quienes gustan de esa historia, pero siempre me pareció un poco ridículo
el final de ambos protagonistas.
Sin embargo son esos momentos los cuales
aflora esa parte sentimental, romántica y atractiva por lo que empezamos a
babear. Y es imposible no querer ir buscando por mar y tierra chicos como ellos
(Hablo de Darcy y Daemon… o cuantos hayas
leído tú). Es por esa parte sentimental-romántica-atractiva que creemos que
hasta sus defectos son sexys. ¡Oh, vamos! Ellos son sexys. ¡Vivan los chicos
calientes de la lectura juvenil contemporánea!
Ahora, si nos ponemos a pensar, ¿realmente
serán tan ardientes? Creo que cada una de nosotras se hace su hombre ideal. A
pesar de las descripciones físicas que algunos autores se molestan en dar,
nosotros ordenamos y perfeccionamos a nuestra regadera gana esa información
para crear a nuestro personaje ideal.
Yo lo hago. Tú lo haces… ¿no? ¿En serio?
¿De verdad? Pues si no lo haces qué raro.
El noventa y nueve por ciento de la
población femenina lectora lo hace. ¿Qué no? Sí. Yo lo sé. ¿Cómo? Pues porque
hay tantas polémicas de que un chico es así y el otro no. ¿Qué me dices de
tantas imágenes de Wade como Patch? ¿De Colton como Travis? ¿De Matt como
Christian? Y he decir que para mí, Colton es el Travis ideal, pero ¿de cuántas
no? Porque Travis hay muchos en diferentes actores y modelos que si la autora
nos hace un dibujo de Travis, como ella lo imaginó, y a nosotras no nos gusta,
pues la linchamos.
Pero nuestra cabecita se ha
encargado de hacer a cada una un Darcy perfecto, un Travis ideal, y un Patch jodidamente ardiente. Y es imposible no
compararlos con los chicos reales. Y es por eso que yo no quiero un chico
normalito. ¡Es que no me conformo! A mí me dais un chico de cualquier libro que
me gusta y me caso y tengo hijos… ¿ya ves? El siglo XXI será la época de las relaciones
tu-peor-es-nada, y de la hermosa
soltería que nos llevará a tener treinta años conviviendo con el único espécimen
macho que nos ha logrado aguantar… gatos. Y si te dan las mujeres: GATAS.
¿A que no? Pues yo ya empecé.
Tengo cinco gatitas. Y ni un solo hombre en mi corta vida…
Fin
No hay comentarios:
Publicar un comentario